Sin duda es una buena noticia. El concepto es ya muy antiguo desde los inicios del Mac OS, donde las aplicaciones están contenidas en un directorio con extensión .app que el sistema operativo esconde y a la vista es un simple icono que puede ejecutarse desde cualquier parte. Evidentemente, por motivos de organización, se instalan en el directorio correspondiente 'Aplicaciones'. De modo que el binario, los recursos y las librerías necesarias se encuentran dentro de la propia aplicación, nada nuevo.
El único aspecto a tener en cuenta es la seguridad. En circunstancias normales, no debería ser problema dado que para ejecutar comandos "peligrosos" habría que escalar privilegios, pero todos sabemos que hay formas de hacerlo y esto podría suponer un riesgo de seguridad.
Por lo demás, bienvenidas sean las AppImage, a pesar de las reticencias de los más ortodoxos...
Saludos
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