Veo en la página de Gambas los problemas que tienen con Wayland. Sin tener ni idea, supongo que la solución no es fácil y que los fallos descritos no serán culpa de Gambas sino de Wayland o de las bibliotecas de Qt, no lo se. Lo que se es que la solución que proponen no es realista ni sencilla, es más, me parece un despropósito poner eso en la página principal del proyecto. Será que Benito está muy cabreado y ha decido quedarse a gusto.

A ver en que acaba la cosa.

Un saludo.

Hola, compañeros:
Pues lo del asunto, que antes tenía duplicado el panel de herramientas en ambas pantallas, he cambiado de monitor y me ha desaparecido la configuración, de hecho, ni siquiera aparecía un panel. Y cada vez que intento poner una miniaplicación en un panel, la tengo que sacar del otro panel. ¿Alguien sabe cómo se hace? Es Linux Mint Cinamon:

Pues eso, terminé mi último proyecto post jubilación y me dije a mí mismo: "Mimismo ¿Qué hago ahora?" y mimismo me contestó "cosas nuevas". Entonces me vino a la menta una obviedad que, por culpa de mi adicción a las gambas, se me había pasado por alto: "Estás pegándote cabezazos con las IAs porque no saben casi nada de Gambas y lo confunden con Python. Si tanto saben de Python será porque millones de frikies han sido devorados por la serpiente, no es posible que no se haya inventado nada para programar que, al menos, iguale a tu amado Gambas. Busca hombre, fuera prejuicios".

Unas búsquedas, unas consultas y tras una pelea con mi ignorancia y con los procesos de instalación, PyCharm con pSide6 me han "enganchadito", que es como enganchado, pero más flojito.

Así pues, tras un par de días de probar cosas con PyQt y con PyCharm, se me ha ocurrido mirar éste foro de python dentro de las tripas de la gamba y que, lo creáis o no, nunca había visitado.

Agradable sorpresa de veros por aquí, aunque sea con poquitos hilos.

Como método de aprendizaje quiero reescribir en Python algunos de los programas que tengo hechos en Gambas. He empezado por el editor Risa y ya os contaré cómo me va.

Así pues, perdón Cónsul, ahora me paseo por la barriga de la sierpe, como un nuevo Jonás en la ballena. Son cosas de la vejez, supongo...

Saludos